El 15 de junio de 2012, cuando el presidente Obama anunció que el programa de acción diferida aplicaría aproximadamente 1.5 millones de jóvenes indocumentados celebramos la noticia. Esta iniciativa promete eliminar temporalmente la amenaza de la deportación de ciertos jóvenes, que fueron traídos a Estados Unidos cuando eran niños, y les permite solicitar un permiso de trabajo. Aunque imperfecta, esta política de inmigración fue recibida con los brazos abiertos por la comunidad inmigrante. Muchos de estos jóvenes son talentosos y ambiciosos, pero ven como su futuro se les escapa de las manos solo porque estan indocumentados.
Sin embargo, cuando comenzamos a reunirnos con nuestros clientes ansiosos por consultarnos sobre este programa, nos dimos cuenta de las muchas fallas y riesgos que esta iniciativa presenta. En primer lugar, es de esperar que un gran número de posibles candidatos para este programa hayan utilizado un número de seguro social que no es el suyo para entrar al mercado laboral, y puede incluso que muchos hayan proclamado ser ciudadanos Americanos en un I-9 (Formulario de Verificación de Elegibilidad de Empleo). Este es especialmente el caso de los jóvenes entre las edades de 18 y 30 años, que ya se han graduado de la escuela secundaria y se ven obligados a conseguir un trabajo para ganarse la vida. Estos jóvenes son también los que se suponía que el programa beneficiaria. A pesar de que estos factores deberían haber sido consideradas al crear DACA, hasta ahora no ha habido ninguna declaración oficial sobre cómo estos temas se tratarán en el proceso DACA.
Según el sitio de USCIS (preguntas y respuestas), a pesar de que la información proporcionada durante DACA no pueden ser utilizados con fines de deportación, puede ser compartida entre las agencias "para la investigación o el enjuiciamiento de un delito." Por lo tanto, DACA no protegería a los solicitantes que revelen el uso fraudulento de números de Seguro Social.
Entonces, la verdadera pregunta es si es conveniente aplicar para DACA cuando (1) el uso de un número de Seguro Social ajeno puede ser una ofensa criminal, y (2) la afirmación falsa de ciudadanía de EE.UU. resulta en que un inmigrante sea inadmisible permanentemente (evitando que nunca se le otorgue la residencia permanente o la ciudadanía). Esta cuestión es especialmente relevante teniendo en cuenta que los beneficios de este programa son muy limitados: el programa no confiere estatus legal o la ciudadanía, sino que tiene que ser renovado cada dos años, y, un permiso de trabajo sólo se puede obtener después de demostrar una necesidad económica para empleo. No podemos dejar de mencionar que la determinación es completamente discrecional.
Aunque el programa de acción diferida proporcionará un alivio para algunos jóvenes indocumentados, si USCIS no hace excepciones para los solicitantes que han utilizado documentos falsos para trabajar, el programa será en vano y no mas que una invitación a la deportación.